Es el colmo para cualquier brasileño, lo admito, pero ante una situación desesperada se imponen medidas desesperadas. Argentina sabe que el partido de mañana en Düsseldorf no puede ser considerado ni siquiera una minirrevancha, pero al menos espera aguar la fiesta de Alemania en su primer encuentro después de conquistar el Mundial de fútbol de Brasil y empezar con brillo la etapa de Gerardo Martino. Sin embargo, Alemania pareció invocar los mitos y las leyendas de su historia futbolística y amenazó con darle la vuelta al partido. Las franjas de adidas, en tanto, van en blanco y al hombro. Los jugadores de Alemania, vestidos por Adidas, celebran un gol. En 1990, cuando Alemania derrotó 1-0 a Argentina en la final de Roma, con un gol de penalti de Andreas Brehme, fue Diego Maradona el que rompió a llorar en el campo al final del partido. En ese partido, Alemania jugaba con su tradicional camiseta blanca y negra -la misma con la que ha obtenido sus tres títulos mundiales- mientras que Argentina tuvo que prescindir de la albiceleste y usó una camiseta azul oscura.
Alemania estrenará mañana en el Esprit Arena la camiseta con cuatro estrellas sobre el escudo. BERLÍN.- El duelo entre Alemania y Argentina de este viernes en los cuartos de final reedita un auténtico clásico del fútbol planetario del que hay dos antecedentes en finales mundialistas que, en ambos casos, terminaron con efusión de lágrimas. Cuatro años antes, había sido el defensa alemán Hans-Peter Briegel quien derramó lágrimas de impotencia ante las cámaras de televisión después de que Argentina derrotase a Alemania por 3-2 en el Estadio Azteca de Ciudad de México. Un amistoso no puede ser comparado con la final de la Copa del Mundo, camiseta de alemania 2022 por mucho que los protagonistas sean los mismos y el duelo se produzca apenas 52 días después del que Alemania ganó por 1-0 en el estadio Maracaná de Río de Janeiro. La legendaria final de 1954 en Berna, que al final ganó Alemania por 3-2, había empezado con ventaja de 2-0 para la Hungría de Ferenc Puskas, que tenía un favoritismo al menos tan grande como el de la Argentina de Maradona en 1986. Sin embargo, en el Estadio Azteca los argentinos se libraron de ser víctimas del mito de la remontada. Alemania no escenificó en exceso su euforia, sino que prefirió dejarlo para Berlín, donde el martes espera la Puerta de Brandenburgo.
Curiosa y trágicamente las franjas rubronegras de mi equipo eran también las que vestía Alemania cuando nos machacó el martes en Belo Horizonte. Precisamente, su Portugal se jugará el primer puesto del grupo con Alemania. Tampoco le cuadra que el grupo de Brasil (A) termine después que el de España (B) a pesar de empezar un día antes. Un pinchazo que te impide cualquier reacción. Pekerman sobre su preferido, que llevará la preciada camiseta con el diez en la espalda en el debut de Argentina en el Mundial, el sábado, ante Costa de Marfil. Martino convocó a los mismos 23 hombres que disputaron el Mundial, aunque las lesiones trastocaron sus planes y le obligaron a descartar a algunos jugadores, entre ellos nada menos que al capitán, Lionel Messi. Gildardo Gómez cree que es el momento ideal para que las personas ayuden a los que más lo necesitan. Unas 45.000 personas siguieron la práctica del lunes a puertas abiertas de la selección comandada por Joachim Löw, que no podrá contar por lesión con Mesut Özil, Jerome Boateng y Sami Khedira.
La selección que nos maravilló y atormentó, con Thomas Müller, Sami Khedira, Toni Kroos o Miroslav Klose a la cabeza. En una primera fase, todo parecía claro para Argentina que se había ido en ventaja con un cabezazo del defensa José Luis Brown, en el minuto 23, y luego había aumentado la cuenta con un gol de Jorge Valdano en el 56. El 2-0 respondía a las expectativas pues Argentina era clara favorita y Alemania había llegado a la final arrastrándose y empujada más por la suerte, y por las paradas de su meta Toni Schumacher, que por otras virtudes futbolísticas. Italia, España y ahora la infalible Alemania no han superado la primera ronda en los Mundiales en los que defendían el título de campeones. Kuranyi ve al Schalke rumbo al título de la Bundesliga, recuerda el palmarés de Raúl en la Liga española y la ‘Champions’ y argumenta que un delantero empieza realmente a funcionar a los 28 años.